lunes, 25 de octubre de 2010

Cosmos desordenado

Ahora mismo, la sensación es como la de una persona (en este caso, adolescente) que ha pasado, semanas, recogiendo su habitación: ordenando las revistas porno, poniendo la ropa correspondiente en el armario, y para lavar, ordenando sus libros de más a menos interesantes y útiles y etc.
Un orden de esos que suelen ser largos y tediosos, pero que finalmente los haces.

Pero hay un día en el que, lo que te ha costado horas de trabajo, lo destrozas en un abrir y cerrar de ojos.
Mi cabeza ahora mismo es un desorden, ya lo estaba antes, pero después de meses de trabajo, las cosas volvían a estar en su sitio, ahora este Caos, ha vuelto.
El desorden implica el desequilibrio, el cuál ahora es, mental. El único mecanismo de control se ha fundido, como una simple e insignificante bombilla, ahora mismo el sociopatismo es presente, la desestabilidad, creciente.
Incapaz de corregir los errores del pasado, ahora los repito, y dejo en duda las hipótesis del futuro, si antes podía imaginar que, en lugar de ir en linea recta, solo caminaba en círculos, ahora ni tan solo sé por dónde voy.
Solo yo sé que hay una única persona capaz de poner orden en este Cosmos, convertido ahora en Caos y direccionar a este pesimista afortunado, en un único sentido, pudiendo tomar así las riendas del destino.

Pero no es mi intención presionar, sé que ésta persona tiene ocultas respuestas, las cuales reorganizarían un esquema estable, que mantendría la más dulce y amarga locura, reprimida en un fondo, del que esa misma persona sería la única capaz de volver a sacarlo de ahí, llegando quizás, a un punto más extremista, dónde la única ayuda que existiría es: el lavado de cerebro, o la supresión del sujeto, en tal caso, loco.

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